miércoles, 1 de junio de 2016

troye sivan, blue neighbourhood (2015)

Lo fácil sería ser condescenciente con este chico de 21 años residente en Australia que acaba de publicar su disco de debut. Un debut que sigue la corriente de los grandes éxitos internacionales y de varios nombres que han salido a luz en los últimos años como Lorde o Tove Lo. Pero eso sería lo fácil. Además ser condescendiente es una de las cosas más feas que puede hacer una persona. Blue neighbourhood tiene la vista puesta en ese sonido que comentaba antes, pop electrónico con más o menos matices, más oscuro que luminoso, pero Troye Sivan consigue impregnar de melodías increíbles el álbum, consiguiendo canciones que son mucho más que meros espejos de sus artistas favoritos.

Da la impresión que Blue neighbourhood es un diario en el que Troye Sivan ha ido contando sus vivencias y las cosas que le pasan por la cabeza en una época determinada de su vida. Un diario honesto y consecuente en muchos aspectos. Y es que hay que decirlo, Troye es abiertamente gay y el tú de sus canciones es un chico. Y lo resalto porque a pesar de lo evidente, no es tan habitual. Ni mucho menos. En Blue neighbourhood también sobrevuela constantemente la idea de escapar. En general. De escapar por placer, por presión o porque sí.
Tomando como referente la edición normal del disco, más centrada y eficaz que la deluxe, y en la que se condensan las canciones esenciales (con la excepción de Bite de la deluxe, intensa y apasionante), el disco no da tregua en ningún momento. Empezando con Wild, una de las canciones más importantes de su corta carrera, con sus maravillosos coros infantiles sigue con las preciosas Fools o Talk me down. Una de las cosas que más me gusta de este disco son las melodías tan bonitas que consigue Troye, haciendo de sus canciones verdaderas joyas. Pero es en la última parte donde el álbum alcanza sus cotas más altas: desde Youth hasta Suburbia. Youth es la canción de Blue neighbourhood con más potencial de hit, un subidón constante (atención a este remix), For him. debe de ser sí o sí la canción de este verano y Suburbia un inmejorable cierre para un disco muy adictivo de pop electrónico, donde su voz y las cuerdas que la acompañan suman en una increíble combinación. Javier Ruiz

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