Al igual que el año pasado, repasamos las canciones que más nos han gustado con el pretexto de las estaciones, y como ya estamos en primavera, toca listar las de este invierno. Una manera como cualquier otra de destacarlas y volver a hablar de ellas.
Si el año pasado todo esto lo ilustramos con cuadros rusos, este vamos a hacerlo con cuadros de Joaquín Sorolla. Nos tomamos la licencia de hacerlo, esperando que nadie nos denuncie.
Esta maravilla se llama La Catedral de Burgos y data de 1910.
Cigarettes After Sex, Apocalypse No, no nos hemos obsesionado con esta canción, en absoluto ha sonado en nuestras casas decenas y decenas de veces. Para nada tenemos grabada a fuego su letra, ni una de sus frases "
filming helicopters crashing in the ocean from way above" resuena en nuestras cabezas sin remedio.
El apocalipsis más deseado, el de la felicidad, el que ocurre entre tú y yo.
Los Planetas, Islamabad Ya lo hemos dicho todo
de Islamabad y del álbum que la contiene,
ZTA. Islamabad ha sido el gran golpe de gracia de Los Planetas, una de las cimas de su carrera entregada varias décadas después.
Sampha, (No one knows me) Like the piano Este año hemos visto la publicación del debut de Sampha después de múltiples colaboraciones (han seguido después de Process) y no ha defraudado. Pequeñas joyas como esta canción en la que se desnuda emocionalmente.
Joe Crepúsculo, Música para adultos Crepus ha metido varias canciones en su octavo disco que podrían pasar fácilmente por entrar entre las mejores de su discografía. Una de ellas es Música para adultos, un medio tiempo intenso de letra críptica y memorable.
Tristesse Contemporaine, Girls Como unos Blur (sí, los de Song 2) sintetizados, Tristesse Contemporaine se lanzan en este cruce entre Suicide y The White Stripes a los leones, con frialdad y valentía, saliendo existosos del envite.
Future Islands, Ran Si eres de los que se quedaron enamorados de Singles, estarás de enhorabuena por el regreso de los americanos Future Islands. Como si de una droga se tratase, nos vuelven a administrar lo que más necesitamos: canciones que emocionan, canciones para cantar a voz en grito.
The XX, I dare you El tercer disco de The XX se publicó a principios de año. Semanas antes lo presentaron en el programa americano Saturday Night Live, donde tocaron esta maravillosa canción en la que se entregan a la épica a través de la luminosidad.
Lorde, Green light Lo siento Manolo, aquí va otra ocasión en la que digo lo mucho que me gusta esta canción: una canción de las que te cambian el carácter. De las que hacen que en cuatro minutos nada importe más. Una (gran) canción pop.
Black Kids, Natural born kissers Black Kids se autopublicaron su segundo disco hace unas semanas, pero en una jugada maestra, ha sido retirado para publicarse de forma oficial en breve (entendemos que bajo un sello discográfico). En él podremos encontrar este hit sobrenatural que dan ganas de salir a cantar y bailar por toda la ciudad.
Zayn ft. Partynextdoor, Still got time Zayn se ha hecho un Drake y lo ha hecho mucho mejor que Drake en sus últimos y excesivos discos. Una etiqueta, tropical house, que sigue dando buenas canciones, que sigue ofreciendo hits instantáneos.
The Magnetic Fields, '81: How to play the synthesizer No es sencillo quedarse con solo una de las canciones de 50 song memoir, pero este cruce entre el kraut y el synthpop que es How to play the synthetisers es una de las firmes candidatas. Una declaración de principios de todo lo que fueron sus primeros discos.
You're Jovian, Pieces Como esos primerizos My bloody valentine que descubrí a destiempo, Pieces es una canción anclada en un pasado shoegaze que sigue teniendo vigencia cuando se hace así de bien. Cuando tiene vida por encima de recordar a quién.
The Jesus and Mary Chain, Always sad Al final resulta que no, que la vuelta de los JAMC no era tan innecesaria. Al menos escuchando Always Sad, más cerca de unos primerizos Primal Scream que de ellos mismos, nos vuelven a entrar las ganas de recuperarles. Porque nada puede ser como antes, claro, pero a veces gusta jugar a que sí es posible.
Los Punsetes, Camino En lo que se refiere a lo que se cuenta, Camino es una de las letras más acertadas de los madrileños. Y mira que tienen el listón alto. Una oda con muy mala hostia del inmovilismo en el que nos encontramos, entre el que yo mismo me podría encontrar. En lo que se refiere a cómo suena, uno de los puntos fuertes de ¡Viva!, una bomba de relojería a punto de explosionar.
Jens Lekman, How we met, the long version Del indiepop al indiedisco sin despeinarse. Jens Lekman consigue con How we meet, the long disco version una vuelta a los pasajes menos melancólicos con los que sacarnos a bailar como lo que somos, chicos indies que solo sabemos mover suavemente las caderas.
Vasas Flora Och Fauna, En invasiv art Canciones como esta, que nos acerca al pop finés más clásico, hacen que el olvido en el que han caído Cats on fire sea menos duro. A falta de nuevo disco, esta canción nos ha alegrado este invierno que ya parece más primavera.
Yung Beef, Pole position Desde que se publicó aquel disco de PXXR GVNG con Sony que nos suena ya tan lejano, los miembros del colectivo no han dejado de salpicar las redes con canciones o mixtapes. Y no todo anda a la misma altura, pero Pole position nos devuelve al juguete casi roto que impresionó con Ready pa morir y se lleva la cuota trapera de esta lista.
Joan Miquel Oliver, Rumba del temps Tan pronto como esta semana se publica el nuevo disco del mallorquín, dos años justos después del fantástico Pegasus. Lo presentaba esta encantadora canción en la que nos sigue maravillando con sus ocurrencias, tan banales pero tan necesarias.
Frank Ocean, Chanel Menos vocorizado que en Blonde, Frank Ocean ha vuelto a atacar por sorpresa con esta canción donde suena como lo que es, el mejor ejemplo de lo que es, o debería ser, el R'n'B en el siglo 21.
Chilly Gonzales & Jarvis Cocker, Salomé La música sobre la que se sostiene la obra de teatro que ha preparado Jarvis Cocker junto a Chilly González nos acerca casi más al universo Hannon que al de Pulp y, por momentos, como ocurre especialmente con esta Salomé, se queda cerca de los logros de ambos.
Kelly Lee Owens, Lucid Una nueva musa del techno, al que bastardiza a base de retazos de pop desquiciado. Lucid es el mejor ejemplo de todo lo que nos podemos encontrar en su disco de debut.
The Flaming Lips, We a famly Al final de este viaje sicotrópico nos encontramos con la voz de Miley Cyrus para redondear una de las mejores canciones de Oczy Modly. Sicodelia del siglo 21, bien entendida, y mejor gestionada para el disco aparentemente más introspectivo de los Flaming Lips.
Arca, Anoche Si hasta ahora los discos de Arca habían sido de todo menos plácidos, los adelantos del que va a ser su próximo álbum consiguen dejarnos con una sensación de congoja que se convierte pronto en pura atracción. y de ellas, Anoche es la que tiene ese plus que la hace tan necesaria en cualquier repaso de los últimos meses de música.
Max Richter, Tuesday El último disco de Max Richter se cierra con esta magistral Tuesday, que no es ni más ni menos que la carta de suicidio dejada por Virginia Woolf a su marido, narrada por la actriz Gillian Anderson. Una canción río en la que se plasman muy diferentes tipos de emociones. Toda una experiencia. Acongojante.
Ravens, Mount Eerie Hace ya casi 15 años y yo sigo soñando con mi hermano de vez en cuando, en situaciones que pertenecen al pasado o a un presente imposible. No quiero ni pensar qué tiene que suponer despertar cada mañana para Phil Elverum.