Hubo un tiempo, hace muchos años, que era muy fan de La Habitación Roja. Y cuando digo muy, quiero decir muy. Compraba cada una de sus referencias con devoción e iba a todos los conciertos a los que podía. Con los discos en la mano, llegaba a casa y los ponía una y otra vez, y después otra más.
Incluso contagié mi fervor a mi pareja y los dos cantábamos e hicimos nuestras las canciones, como si hablaran de nosotros. Sus conciertos también los vivíamos como si fuera el último al que íbamos a asistir.
Sus canciones las llegué a interiorizar de tal manera, que años después, repasándolas, podría recitarlas de memoria, con sus cambios de ritmo, toque de batería o líneas de guitarra incluídas.
Esto duró, aproximadamente, hasta su sexto disco, Cuando ya no quede nada. A partir de ese momento, no sé si fueron ellos o fuí yo, pero algo cambió. Sus canciones ya no me llegaban (llegan) tanto y sus discos cada vez me llamaban menos la atención. A pesar de eso, me he ido comprando los álbumes que han publicado desde entonces, como el que se resiste a aceptar que todo ha terminado. Como aquellos dos amigos de la infancia que quedan de vez en cuando para contarse la vida, pero que al final ya no tienen nada en común y solo quedan los buenos momentos vividos y pasados.
La Habitación Roja siempre fueron detrás de lo que al final han conseguido, ser la voz de una generación. Construir canciones que fueran una radiografía del momento. Quizás por eso, hay algunas canciones de su discografía que se han quedado un poco atrás. Sin restar méritos a estas, siempre me atrajo más la faceta romántica del grupo. Esas canciones sinceras y sentidas en las que el tú y yo era lo único que importaba.
Esta semana se ha publicado el primer recopilatorio del grupo resumiendo su carrera, 20 años de canciones 1995/2015. Como no me representa (en estos casos es lo que suele pasar), me he decidido a crear el mío. Hay canciones que sí, que son obligatorias, pero he añadido unas pocas más. Después de lo explicado, abundan más las canciones de sus primeros discos. He hecho una lista de spotify (en orden cronológico), donde casi he llegado a las 40:
La primera canción del grupo que me llamó la atención fue 2:37 Re-evolución, de su primera referencia Popanrol. Una explosión de pop vitamínico. Después vendría su primer disco, lleno de canciones fantásticas. De este he elegido Mi habitación, Te quiero y Despertar (este última favorita, con los vientos exultantes).
De Largometraje podría haber elegido prácticamente todo el disco, pero me he quedado con Crónico, Cuando ya no estés conmigo, Los peores años (la de veces que habré escuchado esta canción en mi cuarto repitiendo "no puede ser verdad, mis sueños rotos") y Espiral. Lo mejor de La Habitación Roja también estaba en sus numerosos singles y eps. Era toda una alegría encontrarse canciones como Ciudad dormitorio o Un mundo perdido (una de sus mejores canciones) en ellos.
Su tercer disco, Radio, es otro gran disco que en su momento no rayé de milagro. He elegido Universal, El hombre del espacio interior y Lo mejor que me ha pasado. Tuvo una primera edición limitada que contenía Nosotros, otra joya escondida en su discografía. 40º estaba en el sigle de El hombre del espacio interior, y era otra maravilla.
Cuando te hablen de mí estaba incluída en 4, que quizás fue una pequeña decepción después de sus 3 primeros discos. En la reediciones que su sello actual, Mushroom Pillow, realizaron de estos cuatro primeros discos en 2009, con todas las canciones de los singles y eps de cada uno de los álbumes, se incluyó El tiempo que no compartiremos, originalmente en un cd single muy limitado que venía acompañado de una camiseta.
Nuevos tiempos podría ser facilmente su mejor disco. Grabado con Steve Albini, combinan esas canciones que tanto me gustan de ellos con un sonido perfecto. Otra vez he elegido casi todo el disco.
La era Cuando ya no quede nada también tiene canciones que me siguen gustando mucho, sobretodo Jack Frost, que estaba en el cdsingle de Posidonia.
De los álbumes posteriores he escogido sobretodo los singles, Voy a hacerte recordar, Febrero, Ayer o La moneda en el aire. De La moneda en el aire también está Tanto por hacer, una de sus últimas canciones que más me gustan. O Norge y La segunda oportunidad de Fue eléctrico.
Incluso contagié mi fervor a mi pareja y los dos cantábamos e hicimos nuestras las canciones, como si hablaran de nosotros. Sus conciertos también los vivíamos como si fuera el último al que íbamos a asistir.
Sus canciones las llegué a interiorizar de tal manera, que años después, repasándolas, podría recitarlas de memoria, con sus cambios de ritmo, toque de batería o líneas de guitarra incluídas.
Esto duró, aproximadamente, hasta su sexto disco, Cuando ya no quede nada. A partir de ese momento, no sé si fueron ellos o fuí yo, pero algo cambió. Sus canciones ya no me llegaban (llegan) tanto y sus discos cada vez me llamaban menos la atención. A pesar de eso, me he ido comprando los álbumes que han publicado desde entonces, como el que se resiste a aceptar que todo ha terminado. Como aquellos dos amigos de la infancia que quedan de vez en cuando para contarse la vida, pero que al final ya no tienen nada en común y solo quedan los buenos momentos vividos y pasados.
La Habitación Roja siempre fueron detrás de lo que al final han conseguido, ser la voz de una generación. Construir canciones que fueran una radiografía del momento. Quizás por eso, hay algunas canciones de su discografía que se han quedado un poco atrás. Sin restar méritos a estas, siempre me atrajo más la faceta romántica del grupo. Esas canciones sinceras y sentidas en las que el tú y yo era lo único que importaba.
Esta semana se ha publicado el primer recopilatorio del grupo resumiendo su carrera, 20 años de canciones 1995/2015. Como no me representa (en estos casos es lo que suele pasar), me he decidido a crear el mío. Hay canciones que sí, que son obligatorias, pero he añadido unas pocas más. Después de lo explicado, abundan más las canciones de sus primeros discos. He hecho una lista de spotify (en orden cronológico), donde casi he llegado a las 40:
La primera canción del grupo que me llamó la atención fue 2:37 Re-evolución, de su primera referencia Popanrol. Una explosión de pop vitamínico. Después vendría su primer disco, lleno de canciones fantásticas. De este he elegido Mi habitación, Te quiero y Despertar (este última favorita, con los vientos exultantes).
De Largometraje podría haber elegido prácticamente todo el disco, pero me he quedado con Crónico, Cuando ya no estés conmigo, Los peores años (la de veces que habré escuchado esta canción en mi cuarto repitiendo "no puede ser verdad, mis sueños rotos") y Espiral. Lo mejor de La Habitación Roja también estaba en sus numerosos singles y eps. Era toda una alegría encontrarse canciones como Ciudad dormitorio o Un mundo perdido (una de sus mejores canciones) en ellos.
Su tercer disco, Radio, es otro gran disco que en su momento no rayé de milagro. He elegido Universal, El hombre del espacio interior y Lo mejor que me ha pasado. Tuvo una primera edición limitada que contenía Nosotros, otra joya escondida en su discografía. 40º estaba en el sigle de El hombre del espacio interior, y era otra maravilla.
Cuando te hablen de mí estaba incluída en 4, que quizás fue una pequeña decepción después de sus 3 primeros discos. En la reediciones que su sello actual, Mushroom Pillow, realizaron de estos cuatro primeros discos en 2009, con todas las canciones de los singles y eps de cada uno de los álbumes, se incluyó El tiempo que no compartiremos, originalmente en un cd single muy limitado que venía acompañado de una camiseta.
Nuevos tiempos podría ser facilmente su mejor disco. Grabado con Steve Albini, combinan esas canciones que tanto me gustan de ellos con un sonido perfecto. Otra vez he elegido casi todo el disco.
La era Cuando ya no quede nada también tiene canciones que me siguen gustando mucho, sobretodo Jack Frost, que estaba en el cdsingle de Posidonia.
De los álbumes posteriores he escogido sobretodo los singles, Voy a hacerte recordar, Febrero, Ayer o La moneda en el aire. De La moneda en el aire también está Tanto por hacer, una de sus últimas canciones que más me gustan. O Norge y La segunda oportunidad de Fue eléctrico.
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