miércoles, 2 de noviembre de 2016

grupos que me atan al suelo (15): kokoshca

He visto a Kokoshca 3 veces en directo, en tres ciudades diferentes. La primera fue sin anestesia en el Primavera Sound, al sol de Mayo, en uno de los conciertos más sucios y agresivos que he vivido. Ahí se olvidaron las florituras y tiraron a dar. Como Tyson mordiendo la oreja de su rival, de allí salimos todos noqueados y con la seguridad de que en el futuro ellos iban a ser la banda de nuestras vidas, de las de todos los que estuvimos junto ellos frente al mar aquella tarde.

Después, en el Madrid Popfest, corroboré algo que ya sabía, que La fuerza es el himno underground (sí, ellos no son underground, pero da igual) de la década, de esta o de la anterior, eso qué importa. Pero también descubrí que en concierto son capaces de convertir flores en puñales y que ese lado amable de los discos hace casi el mismo daño que el oscuro cuando se sube a un escenario.

La tercera fue en un Nocturama, donde el público no andaba tan entregado como en el Popfest, pero ellos sí. Uno de esos conciertos que uno no imagina en una Sevilla mariana que, de vez en cuando, se viste de lo que no es. Como yo cuando me creo tan macarra como sus canciones y me disfrazo de protagonista de una fotografía de García Alix para parecerme a mis ídolos.

Kokoshca son como la canción de Mecano, con una cara vista que parece un anuncio de signal y otra oculta que esconde todos los fantasmas que salen por los bosques de Navarra en cuanto la noche empieza a oler a pacharán. Y yo me he acostumbrado a sus caricias con papel de lija y me he enfrentado a los espíritus de la oscuridad hasta hacerlos imprescindibles en mi día  día. Una dependencia que no se quita con metadona y que se estaba haciendo demasiado larga a la espera de una continuación a aquel Hay una luz que tiene ya tres años de vida. Por eso he abrazado con fuerza el single Corazón Caliente/Corazón de hielo, y me he metido en vena los dos adelantos de Algo real, que en nada estará sonando en mi salón. Mientras, me intento curar con mis canciones preferidas del grupo, estas que están a continuación:


Foto de Gorka Beunza


Peor, Únete a Kokoshca (2008)
La primera publicación de Kokoshca, es esta recopilación de canciones (lo que deberían ser sus dos maquetas) con Birra y Perdiz que tiene más, mucho más, de documento que de relevancia dentro de la discografía del grupo. A pesar de ello, aquí está Peor, un tema que suele ser recurrente en sus directos y que siempre funciona.




Morir, La fuerza (2009)
La muerte acercándose a ritmo de marcha procesional mientras la sombra del verdugo se torna costumbrista. Al fondo de esa imagen, una madre y un hijo a punto de arrojar la toalla. Una de las canciones más oscuras de un disco brillante grabado con toda la escasez de medios del mundo. Pero nada importa si nos encontramos con canciones como esta.




Solo el amor podrá salvarnos, La fuerza (2009)
Un disco tan oscuro solo podría cerrarse con una balada como esta. Un canción que tiene dos caras, una frágil e inocente en sus coros y otra oscura en la voz de Amaia para, al final, morir bajo los paraguas de Cherburgo




Rafa, Y vienen cromos en el pegamento (2009)
La cassette que publicaron Nosotros los rusos se vendía como una compilación de material descartado e improvisaciones que guarda mucha más miga de la que parece. Mostrando a las claras la dicotomía Luz/Oscuridad del grupo, aquí me quedo con su lado más suave. El de Rafa y...




Charol, Y vienen cromos en el pegamento (2009)
...donde Amaia se transmuta en Christina Rosenvinge para mostrar al mundo que ellos también tienen, más o menos, su lado amable.




La fuerza, La fuerza EP (2012)
Y en esto que Luis Calvo se encaprichó de La fuerza y no paró hasta tener en vinilo este himno HIMNO absoluto a la autodestrucción de quien decide que cada noche debe ser la última, y cada copa aquella que te mate. Beberse a tragos la vida. Entregarse a cerrar las discotecas como Dios manda, vomitando al salir.




Mi chica preferida, La fuerza EP (2012)
Pero La fuerza no fue la única canción que Elefant le robó a Birra y Perdiz. Mi chica preferida era otro de los trallazos incontestables de La fuerza y aquí solo hace corroborar lo grandes que son Kokoshca y poner el listón tan alto a eso de Adventures in pop que solo fichando a Sergei Bubka podrán intentar acercarse. Alísate el pelo de una puta vez.




Noches sin ti, Kokoshca/Microcosmos Split EP (2012)
Y bajar al fondo de la mina para olvidarte a golpe de teclados y programaciones. Y llegar al final y descubrir que ahí sigues tú, indemne al grisú y a mis noches sin ti. Y sentir que todo lo que haga es en balde cuando solo lo hago por arrancar páginas del diario. Otro Himno desesperado que te destroza el corazón en el Ep para el club del single de Discos Walden.




Prefiero golpes, Kokoshca/Microcosmos Split EP (2012)
Y junto a Noches sin ti, una composición de Amaia llena de rencor que dispara a monárquicos y republicanos a partes iguales para no dejar títere con cabeza. Y mientras, nosotros aquí, viendo como se hunden.




No volveré, Hay una luz (2013)
Kokoshca bajándose al garaje para abrir Hay una luz, el que será tercer disco y la despedida de Javi del grupo. Un portazo que abre y cierra a la vez. Jamás han sonado tan bien hasta entonces.




Directo a tu corazón, Hay una luz (2013)
Si las primeras grabaciones te hacían recordar algunas canciones de K Records, Directo a tu corazón me lleva al Madrid de Risi y Toño. Canciones de vampiros obsesionados con llegar a tu corazón.



Búho, Hay una luz (2013)
Bailando rócanrol en las tumbas de Death Valley 69. Ellos no son Underground, son ese ave rapaz que siempre encuentran a su presa. Y yo, con estas canciones, soy presa fácil.




Las flores del fin del mundo, Hay una luz (2013)
Para ser eternos solo hace falta esperar a que las flores que te regala un Dios se marchiten en tus manos. Y entonces ya nada podrá vencerte. La gloria a cambio de unas botas militares. La vida siendo más rápido que ellos, echando todo a perder un día tras otro.




Mi consentido, Algo real (2016)
Aún sin tiempo para asimilarlo, el adelanto de lo que va a ser Algo real, el nuevo álbum de Kokoshca, se clava como los puñales que lanza La bien querida más rockera. Un estribillo entre lo americano y lo cañí que escuece como bourbon rociado sobre estigmas.


Texto, lista y fanatismo de Manolo Domínguez

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