Luz verdadera es la última entrega hasta el momento de la serie Fosfatina 2000, de la editorial de cómics Fosfatina. Una colección en formato periódico, impreso por risografía, y de tirada limitada (en este caso 150 ejemplares) de historias cortas de diferentes autores que, en esta ocasión, ha correspondido a la ilustradora murciana.
Aquí Ana Galvañ se ha decidido por descolocar al lector en las 16 páginas de esta historia que, aparentemente es una cosa, y termina siendo otra completamente diferente. Y lo logra tanto en lo narrativo, pocas palabras, giros dramáticos muy cuidados, que lo llevan de la tensión a la comedia, como en lo gráfico, desconcertante, de caricatura inquietante y algo feísta. Además, el formato de impresión de la risografía, de colores planos y con predominio del negro, le da un toque de cierto misterio a la gráfica que ayuda muchísimo a la historia, que empieza recordándome al magnífico cómic de Rui Tenreiro, La celebración, por su historia de carácter surrealista y escenarios rurales.
Luz verdadera, tanto si eres fan de la faceta como ilustradora de Ana Galvañ (ya nos enamoró con el diseño de Amor y Ruido de Parade) o de historietista, es más que recomendable, especialmente por el añadido de tener una obra limitada y numerada, que le imprime un valor extra para el coleccionista.
Si os interesa se puede adquirir aquí.
Aquí Ana Galvañ se ha decidido por descolocar al lector en las 16 páginas de esta historia que, aparentemente es una cosa, y termina siendo otra completamente diferente. Y lo logra tanto en lo narrativo, pocas palabras, giros dramáticos muy cuidados, que lo llevan de la tensión a la comedia, como en lo gráfico, desconcertante, de caricatura inquietante y algo feísta. Además, el formato de impresión de la risografía, de colores planos y con predominio del negro, le da un toque de cierto misterio a la gráfica que ayuda muchísimo a la historia, que empieza recordándome al magnífico cómic de Rui Tenreiro, La celebración, por su historia de carácter surrealista y escenarios rurales.
Luz verdadera, tanto si eres fan de la faceta como ilustradora de Ana Galvañ (ya nos enamoró con el diseño de Amor y Ruido de Parade) o de historietista, es más que recomendable, especialmente por el añadido de tener una obra limitada y numerada, que le imprime un valor extra para el coleccionista.
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