martes, 28 de abril de 2015

la discografía de christina rosenvinge: frozen pool (2001), foreign land (2002) y continental 62 (2006)

Christina Rosenvinge, frozen pool (2001)

Frozen pool fue la primera referencia de las tres consideradas su étapa americana. Tras Cerrado, sigue colaborando con Lee Ronaldo y el grupo Two Dollar Guitar (donde también esta Steve Shelley, ambos de Sonic Youth), colaboraciones determinantes para el devenir de su discografía y que dotan a su sonido de nuevos matices.

Aquí se le empieza a perder un poco la pista. Este disco no se publica en España hasta cinco años más tarde y los medios no le hacen mucho caso. Seguir la carrera de Christina empieza a ser deporte de riesgo y cuestión de perseverancia. Pero claro, como siempre pasa con la tenacidad, acababas siendo recompensado. Frozen pool es como esas nanas que te vienen a cantar a la cama, cuándo estás traspasando esa línea que separa la vigilia del sueño. Uno de sus discos más introspectivos, es el primero totalmente en inglés (menos en la recuperación de Muertos o algo mejor, aunque solo parcialmente).
También se recupera la inmensa Glue de Cerrado, sin duda una de las mejores canciones de su discografía. Destacan Green room, y la versión de Leonard Cohen Seems so long, Nancy. javi


Christina Rosenvinge, foreign land (2002)

Si Frozen pool estaba situado en la línea que separa la vigilia del sueño, Foreign land entra de lleno en la onírica del sueño. El piano que abre el disco (Off screen) parece indicarnos eso. Y después llega 36 (una de las mejores canciones del disco) para confirmarlo. Todo esto hace que el tono del disco sea más oscuro e inquientante que el mostrado en Frozen pool, con unos arreglos que no buscan la escucha fácil. Son canciones donde las cuerdas marcan el estado de ánimo. Dream room duele, al igual que German heart. A destacar la última de las 8 canciones, As the stranger talks, a diferencia de todo el disco, cantada en castellano.

Foreign land se presentó en formato disco-libro, en el que se se ponía en imágenes (le llaman libro-clip) una de las canciones, German heart. javi


Christina Rosenvinge, continental 62 (2006)

EWR --> MAD. El cd que cierra la trilogía neoyorquina es un disco de vuelta, de cierre de una etapa. Reposado, dolorido y arrastrado, llega con las maletas hechas y la casa vacía. Sigue predominando el inglés, pero vuelven a aparecer esos temas en castellano que parecían un poco olvidados, mirando al pasado en ¿Quién me querrá? o Teclas negras (ambas podrían pertenecer perfectamente a Cerrado) o al cielo con la inmensa Tok tok, toda tensión e intensidad.
Brillan también White hole, A liar to love o Jelly, pero, sobre todo, Nickel song, el tema con el que se cierra un disco que, tal vez, no sea tan brillante como lo que vino después, pero que muestra a una Christina Rosenvinge muy dueña de sí misma y perfectamente arropada (ahí siguen las colaboraciones de Jeremy Wills, Steve Shelley o Lee Ranaldo). manolo

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