Me imagino a Clara Viñals como una autora que pasa la mañana en un pueblo costero escribiendo en un cuaderno, para luego meter esos escritos en una botella y enviarlos al mar.
El problema es que Clara Viñals es de Lleida, y allí no hay mar, así que difícilmente se daría esa situación que yo me imagino cuando escucho El afores, el nuevo disco de su proyecto Renaldo & Clara.
10 canciones en poco menos de 25 minutos en las que se explora un pop de altura con diferentes matices. Siempre siendo canciones claras y abiertas, aquí se juega tanto con los ritmos más folk como con los más afropop, sin dejar de lado las programaciones e incluso añadiendo arreglos de viento. Canciones que, partiendo de todo esto, nacen desde la sencillez para llegar a lo más alto. Como queriendo prescindir de todo lo que no es necesario para la melodía, todo lo que de verdad no importa. Así, Els afores, Sense voler, Fent amics o Fins un altre dia, se convertien en pequeñas joyas que cuando escuchas, como si encontrases esa botella en la orilla, solo tienes ganas de susurrarle a la gente que ya no tienes que buscar más, que ya todo tiene sentido.
Mención aparte merece la singular manera de escribir de Clara Viñals, no siempre evidente, pero siempre acertada. Imágenes, sutiles metáforas, el ingenioso cripticismo que consigue que formes parte de la historia. Aquí se insinúa, se deja espacio, pero también se incide (y de qué manera). Como si estas historias fueran el último capítulo de una novela de la que no hemos leído nada más, pero aún así contáramos con toda la información.
Un fantástico disco de pop, una obra destinada a aferrarte a ti y no soltarte. Como quién encuentra un tesoro. Javier Ruiz
El problema es que Clara Viñals es de Lleida, y allí no hay mar, así que difícilmente se daría esa situación que yo me imagino cuando escucho El afores, el nuevo disco de su proyecto Renaldo & Clara.
10 canciones en poco menos de 25 minutos en las que se explora un pop de altura con diferentes matices. Siempre siendo canciones claras y abiertas, aquí se juega tanto con los ritmos más folk como con los más afropop, sin dejar de lado las programaciones e incluso añadiendo arreglos de viento. Canciones que, partiendo de todo esto, nacen desde la sencillez para llegar a lo más alto. Como queriendo prescindir de todo lo que no es necesario para la melodía, todo lo que de verdad no importa. Así, Els afores, Sense voler, Fent amics o Fins un altre dia, se convertien en pequeñas joyas que cuando escuchas, como si encontrases esa botella en la orilla, solo tienes ganas de susurrarle a la gente que ya no tienes que buscar más, que ya todo tiene sentido.
Mención aparte merece la singular manera de escribir de Clara Viñals, no siempre evidente, pero siempre acertada. Imágenes, sutiles metáforas, el ingenioso cripticismo que consigue que formes parte de la historia. Aquí se insinúa, se deja espacio, pero también se incide (y de qué manera). Como si estas historias fueran el último capítulo de una novela de la que no hemos leído nada más, pero aún así contáramos con toda la información.
Un fantástico disco de pop, una obra destinada a aferrarte a ti y no soltarte. Como quién encuentra un tesoro. Javier Ruiz
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