Manolo salió a trabajar un miércoles por la mañana. Cuando llegó a la oficina, seis días más tarde, no recordaba nada. Vinieron miles de preguntas y ninguna respuesta. No recordaba nada.
Dias después compró un telescopio y, como el astrónomo
melancólico, desde entonces todas las noches observa las estrellas desde
su habitación. Mira al patio donde no deja de crecer la hierba y se
pregunta si algún día, como le ocurriera a la ballena azul, alguien
vendrá a por él.
Amaya vuelve a Cangas después de un fin de semana en
Oviedo cuando la carretera le lleva mil kilómetros de allí. Sin saber
cómo ni por qué aparece de pronto en El Sur de Erice. Una anécdota, un
despiste digno de ocupar todos los canales de televisión o una jugarreta
del destino. Sin embargo a ella no le importó. Ella sigue su vida,
sueña con mesas de operaciones, con instrumental que nadie ha visto.
El día que se encontraron, en un concierto de Parade
que nunca existió, lo supieron al instante. Se miraron sin hablar
mientras en el escenario Antonio interpretaba solo al piano primer
contacto, profesora de primaria y autopistas elevadas. Y estuvieron
horas hablando sobre ellos, sobre historias desordenadas de estrellas y
limones, los veranos en rocafort, las novelas de echenique, el porqué de
sus despeinados y las consuecuencias de un mal uso de la electricidad.
Horas hasta que la noche les llevó a la casa de invierno que ese día de
dibujó de azul.
Variades de Amor Alien les imantan. Se consumen uno
al otro con Deseo Alien. Estuvieron en el mismo sitio, en el mismo
trance. Se desean como extraños con Deseo Alien.
Ilustración de Mateo: A Mateo ya no le gusta tanto Parade, ya
no es su grupo favorito porque "hay mucho amor en su disco nuevo".
Ahora prefiere a Los Nikis y La Casa Azul. Y, vale, Parade en tercer
lugar. Pero que le gustaba más cuando hablaba de Totoro y del rocanrol.
Texto de Manolo: Sin embargo, Manolo se ha enganchado a ese disco de amor que, en realidad, no es solo de amor. Se siente reflejado en ese hijo del emperador que, de vez en cuando, juega a revelarse contra el emperador, y se apunta al Amor Alien que llegó del norte del norte. Se ha acostumbrado a vivir entre instrumental de operaciones y ya no sabría hacerlo sin verse rodeado de gasas y escarpelos.
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