Lo del viernes se estaba viendo venir. Con el primero de los dos días del 50 song memoir y Frank Ocean y The XX en el escenario grande no iba a haber para mucho más. Lo que no estaba en el guión era el tema de lo seguidos que están los conciertos. Lo suficiente para saber que vamos a tener lágrimas y momentos de histeria asegurada.
Pero vamos por partes. Y lo primero es contar que Fede fue chófer de Kepa Junkera. En una de las ediciones del Festival Territorios QEPD. Por motivos que se escapan a la lógica humana, el año que actuó Kepa en Sevilla se pasó medio festival llevándole de un lado para otro. Y después le hizo una página web que fracasó porque Fede no sabe euskera y la hizo solo en castellano. Y claro, una web de Kepa Junkera en castellano es como cantar el himno del Betis en swahili. Una boutade demasiado radical como para que funcione. Y el caso es que quince años después de aquello, si consigue llegar desde la Catalunya profunda hasta el Fòrum a tiempo, le verá en el Auditori junto a Los Hermanos Cubero.
Después está que Manolo no ha visto nunca a The Magnetic Fields en concierto. Ni durante los años en los que era su banda preferida (desde que conoció al grupo con Holiday hasta que publicó I, el último disco que le había emocionado hasta 50 song memoir), ni cuando decidió renegar de Stephin. Por eso, desde que les anunciaron para el PS, tenía mucho miedo al concierto. Porque igual llegaba al que había sido el grupo de su vida justo cuando ya nada tenían en común. Como si te encuentras en una de esas reuniones de antiguos alumnos con la que fue tu amor secreto y descubres que ya no queda nada de lo que en su día fue. Pero resulta que la autobiografía de Merritt les ha vuelto a reconciliar. Y ahora está de los nervios porque ya se sabe que el aforo del Auditori es limitado. Todo un quiebro del destino sería el tenerle a solo unos metros y no poder asistir a cualquiera de los dos días en los que actúa.
Y solo un cuarto de hora después, solo un cuarto de hora, es Frank Ocean. Manolo sabe que si Frank Ocean le pidiera que dejase a Amaya justo antes de interpretar White Ferrari, él lo haría. Por una canción. Por esa canción. Pero también sabe que eso no va a suceder. Por eso su problema es que piensa que no va a llegar a tiempo para coger un buen sitio. Y eso le tiene sin dormir desde el viernes que salieron los horarios. A Amaya debería tenerle sin dormir lo de White Ferrari y el divorcio, pero ella también sabe que eso no va a suceder, así que se limitará a seguirle desde el Auditorio al fin del mundo. Si no se harta antes de él y sus tonterías.
Y otros quince minutos separan a Frank Ocean y The XX. Vamos, ni que hubieran hecho los horarios de ese día por joder. Para Manolo este concierto es importante porque la vez anterior que vinieron él paso de verles y se fue al concierto de Smith Westerns. Las cosas suyas. Y después llegó Coexist y él se enamoró de Angels y le dio por pensar que mientras esa canción sonara cada noche antes de irse a dormir nada podría fallar. Y él cree que eso salvó su matrimonio, porque él es muy de pensar esas chorradas en vez de darse cuenta de la verdad de las cosas. Y desde entonces, cuando Amaya y Manolo se acuestan, en el ipod suena Angels. Y si no lo hace, Manolo se la imagina. Así que, si White Ferrari podría romper su matrimonio, Angels lo uniría. Con solo dos horas entre una y otra.
Tras The XX tampoco han pensado mucho más. En qué van a pensar si en esos tres conciertos se concentran los tres fantasmas de la vida de Manolo, el del pasado de cuando en casa solo sonaba Get Lost, el del presente, cada noche con Coexist de fondo, y el futuro de un mundo nuevo, diferente, como lo es también Blonde. 3 grupos que son tan importantes para Manolo que al final, por inercia, van a terminar siéndolos también para Amaya.
Y bueno, también estaban apuntados en la lista del día Mitski, Swans, Sleaford Mods o Phurpa, que son unos tibetanos que hacen sonidos guturales y en el Auditori puede estar guay. Pero, como comprenderéis, en un día como este el resto pasa todo a un segundo plano.
Estos grupos, y algunos más del viernes, en la playlist:
Pero vamos por partes. Y lo primero es contar que Fede fue chófer de Kepa Junkera. En una de las ediciones del Festival Territorios QEPD. Por motivos que se escapan a la lógica humana, el año que actuó Kepa en Sevilla se pasó medio festival llevándole de un lado para otro. Y después le hizo una página web que fracasó porque Fede no sabe euskera y la hizo solo en castellano. Y claro, una web de Kepa Junkera en castellano es como cantar el himno del Betis en swahili. Una boutade demasiado radical como para que funcione. Y el caso es que quince años después de aquello, si consigue llegar desde la Catalunya profunda hasta el Fòrum a tiempo, le verá en el Auditori junto a Los Hermanos Cubero.
Después está que Manolo no ha visto nunca a The Magnetic Fields en concierto. Ni durante los años en los que era su banda preferida (desde que conoció al grupo con Holiday hasta que publicó I, el último disco que le había emocionado hasta 50 song memoir), ni cuando decidió renegar de Stephin. Por eso, desde que les anunciaron para el PS, tenía mucho miedo al concierto. Porque igual llegaba al que había sido el grupo de su vida justo cuando ya nada tenían en común. Como si te encuentras en una de esas reuniones de antiguos alumnos con la que fue tu amor secreto y descubres que ya no queda nada de lo que en su día fue. Pero resulta que la autobiografía de Merritt les ha vuelto a reconciliar. Y ahora está de los nervios porque ya se sabe que el aforo del Auditori es limitado. Todo un quiebro del destino sería el tenerle a solo unos metros y no poder asistir a cualquiera de los dos días en los que actúa.
Y solo un cuarto de hora después, solo un cuarto de hora, es Frank Ocean. Manolo sabe que si Frank Ocean le pidiera que dejase a Amaya justo antes de interpretar White Ferrari, él lo haría. Por una canción. Por esa canción. Pero también sabe que eso no va a suceder. Por eso su problema es que piensa que no va a llegar a tiempo para coger un buen sitio. Y eso le tiene sin dormir desde el viernes que salieron los horarios. A Amaya debería tenerle sin dormir lo de White Ferrari y el divorcio, pero ella también sabe que eso no va a suceder, así que se limitará a seguirle desde el Auditorio al fin del mundo. Si no se harta antes de él y sus tonterías.
Y otros quince minutos separan a Frank Ocean y The XX. Vamos, ni que hubieran hecho los horarios de ese día por joder. Para Manolo este concierto es importante porque la vez anterior que vinieron él paso de verles y se fue al concierto de Smith Westerns. Las cosas suyas. Y después llegó Coexist y él se enamoró de Angels y le dio por pensar que mientras esa canción sonara cada noche antes de irse a dormir nada podría fallar. Y él cree que eso salvó su matrimonio, porque él es muy de pensar esas chorradas en vez de darse cuenta de la verdad de las cosas. Y desde entonces, cuando Amaya y Manolo se acuestan, en el ipod suena Angels. Y si no lo hace, Manolo se la imagina. Así que, si White Ferrari podría romper su matrimonio, Angels lo uniría. Con solo dos horas entre una y otra.
Tras The XX tampoco han pensado mucho más. En qué van a pensar si en esos tres conciertos se concentran los tres fantasmas de la vida de Manolo, el del pasado de cuando en casa solo sonaba Get Lost, el del presente, cada noche con Coexist de fondo, y el futuro de un mundo nuevo, diferente, como lo es también Blonde. 3 grupos que son tan importantes para Manolo que al final, por inercia, van a terminar siéndolos también para Amaya.
Y bueno, también estaban apuntados en la lista del día Mitski, Swans, Sleaford Mods o Phurpa, que son unos tibetanos que hacen sonidos guturales y en el Auditori puede estar guay. Pero, como comprenderéis, en un día como este el resto pasa todo a un segundo plano.
Estos grupos, y algunos más del viernes, en la playlist:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.