jueves, 8 de diciembre de 2016

especial new order (4): top canciones 1981-1989

 1 Bizarre love triangle (Brotherhood, 1986) Tan lejos, Martín se ha ido y para siempre y Bizarre love triangle. Tres canciones para aprender que nada va a salir bien. Tres canciones para dejarse caer mientras compruebas que el pasado está esculpido en plomo. Tres canciones para aceptar que la vida no es como te contaron al oído.

2 Leave me alone (Power, corruption & lies, 1983) Una canción, otra, pero no otra más, llevada en volandas por el bajo de Peter Hook hacia las estrellas desde las que se divisan dos fechas esculpidas en mármol. Leave me alone es la despedida de unos New Order antes de ver nacer a otros New Order. Aquí nada está claro excepto esas palabras que te piden que le dejes solo, un momento, solo un momento más.

3 True Faith Shep Pettibone Remix (True Faith remixes, 1986) New Order, Stephen Hague y la mano de Shep Pettibone para hacer eterna una canción no incluida en ninguno de los álbumes de New Order (algo que ocurría con normalidad durante toda la década de los ochentas). Deudora de su momento pero tremendamente eficaz en una pista de baile. Nueve minutos que se pasan volando.

4 Ceremony (Ceremony, 1981) Ceremony es el single a caballo entre las dos bandas, cantada en directo por Ian Curtis y grabada tras su muerte para bautizar a lo que iba a ser Joy Division sin Ian. Una canción que es doblemente clásica, tanto con un grupo como con el otro, y terriblemente oscura. Negra como un pozo sin fondo.

5 Blue Monday (Blue Monday, 1983) El single más vendido en la historia de la música, que casi arruina al sello por el coste en la manufactura de la portada. La canción que llevó el frío de Manchester a todas las pistas de baile del mundo y cambió, definitivamente, el devenir del grupo. Cuatro frases selladas con hielo en las cabezas de una generación.

6 Round & Round (Technique, 1989) Amanece sobre la arena de la playa mientras en la pista de baile suenan los últimos compases de la última canción que me llevan directamente al inevitable bajón. Y entonces vuelve a aparecer tu imagen y el recuerdo de todos esos reproches que me han llevado hasta aquí, a esta hamaca frente al mar desde solo puedo ver todo lo que estamos dejando atrás. Ibiza y todo aquello que en el fondo no es nada.

7 1963 (True Faith, 1986) Una cara B que solo se acepta sabiendo que True Faith es la A. Una historia sin final feliz donde el punto aparte es solo un fundido en negro. Tan inverosímil que ni las dobles lecturas las aparta de lo inexplicable.

8 The Perfect Kiss (Low Life, 1985) La pareja de canciones que abre Low Life, este The Perfect Kiss y Love vigilantes, entregan definitivamente las armas de lo indie para sumergirse en el hedonismo de la pista de baile sin otra vuelta atrás que el fiasco que se produjo en la siguiente década. Pero, en ese momento, como el beso perfecto, ya eran eternos.

9 Dreams Never End (Movement, 1981) La canción que abre Movement, con Peter Hook imitando la gravedad en la voz de Ian, no hace presagiar el futuro que tomará el grupo pero sí demuestra que siguen siendo imprescindibles. Aún no han soltado lastre, pero lo utilizan a la perfección. Aquí todo encajaba como si nada hubiera ocurrido en 1980.

10 Love Less (Technique, 1989) Como en casi todo el álbum, Love Less es otra canción en la que Bernard Sumner se entrega a su ruptura con la sensación de no saber dónde se encuentra. Por eso Technique tiene los dos extremos conviviendo en una conjunción perfecta. Por eso todos aprendimos escuchando sus canciones que es posible reir de tristeza. Y por eso Technique es, según como te coja, el mejor disco de la historia y Love Less uno de sus Everets. Manolo Domínguez.


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