miércoles, 25 de febrero de 2015

a vueltas con la bien querida

En octubre empezamos a descubrir el cuarto disco de La Bien Querida, Premeditación, nocturnidad y alevosía. La idea era distribuirlo en tres 12" de cuatro canciones cada uno, para acabar formando el álbum completo.

Lo primero que escuchamos fue Poderes extraños, de Premeditación. Toda esta aventura empezaba a tomar forma, y de qué manera. Ese Poderes extraños, junto a Alta tensión y El origen del mundo (en riguroso orden de impacto) forman un ep fabuloso, que dejaba ver que este proyecto era especial. Parte del encanto de La Bien Querida son sus letras, y su manera de contarnos las historias que teje. Su mundo interior nos lleva hacia él, sin que lo podamos remediar. En lo musical, Poderes extraños deja ver una influencia ya asumida en algunas canciones de Ceremonia, New Order.
El origen del mundo encierra la decepción y resignación ("Me dijiste te quiero, recuerdo donde y cuando, y a la mañana siguiente debí haberlo sospechado, ya sé que no me quieres, y no me importa tanto, pero la próxima vez, te quedas mejor callado") en una electrónica detallista y burbujeante tremendamente irresistible.
Pero es en Alta tensión cuando las cosas se ponen serías. Sus cuerdas solemnes y demoledoras encierran la determinación de ese "No te quiero, no te quiero, no te quiero, yo ya no te quiero". Tremendo. La Bien Querida volviéndonos a dejar tocados.

Pero, ay, es cuando se publica el segundo ep, Nocturnidad, cuando saltan las alarmas y las luces rojas. Ojalá estuvieras muerto, la primera canción que escuchamos del ep, es, cada vez estoy más convencido, la mejor canción de Ana Fernández. Una canción que me remueve por dentro.
Y tras escuchar el ep al completo, a falta de las 4 canciones de Alevosía, ya podía decir que Premitación, nocturnidad y alevosía era el mejor disco de La Bien Querida. Y eso que está Romancero, un disco que todavía hoy es una preciosidad difícil de igualar, un álbum que en su momento fue algo que nos marcó muchísimo. Pero es que tras Ojalá estuvieras muerto, en Nocturnidad nos encontramos con Carretera secundaria, otra sacudida emocional, otra cima en la carrera de La Bien Querida, y ya he perdido la cuenta de cuántas van.

No solo pienso que las 12 canciones al completo van a formar un disco increíble, sino que va a ser difícil este año que encontremos algo tan sobresaliente, algo que de verdad nos importe. 

De las 4 canciones restantes, ya conocemos una, Vueltas:

                             

Otra diana, que solo confirma lo dicho. Vueltas sigue la oscuridad y el tono enigmático a la par que atrayente. La Bien Querida han creado un nuevo estado en las canciones que nos explican las relaciones sentimentales.

 "Tu punto de vista retorcido, me tiene dando vueltas como un niño". 

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